jueves, 8 de diciembre de 2011

Una gran amistad.

Durante cada período que dura alguna salida que realizamos ella y yo, todos esos momentos que ahora mismo estoy recordando han ocurrido una serie de sucesos en los cuales nos han pasado alguna anécdota que mayoritariamente han sido siempre de risas.
Los días que he compartido con ella no los cambiaría ni por la bolsa más grande de oro que pudieran ofrecerme, y si algún día por la fuerza del destino se me borrasen los recuerdos me encantaría que los recuerdos a parte de los familiares quedasen guardados en mi mente absolutamente todos los momentos vividos con ella, porque no me arrepiento de nada de lo que ha pasado en nuestras vidas.
En cada momento en los cuales me he sentido con ganas de morirme ha estado ella ahí, a mi lado, prestándome su hombre para llorar y cuando he querido gritar de ira, siempre ha tenido una serie de palabras perfectas para calmarme. Y cuando he querido tirarme por un puente por problemas que me hayan ocurrido, en todo momento ha estado conmigo, diciéndome lo especial que soy, y por lo que no debo arrojar mi vida por una borda.
Por estos motivo es que yo, Liz, la considero mi mejor amiga, la cual la conozco desde hace 4 años; los bastante para darme cuenta que nadie había hecho tanto por mi, de lo que ha hecho ella. Y sí cada día que pasa le digo que la adoro, que adoro como se ríe conmigo, adoro cómo nos lo pasamos juntas, las tonterías de las que en todo momento nos reímos. 
Y no, no es la típica mejor amiga que todo el mundo tiene..
Yo soy la única que tiene como mejor amiga a ella, a Luz.
Quiero que en toda mi vida estés presente tú amiga mía.
                                   Te quiero.

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